EL IPEM 172 ANEXO YUCAT CUMPLIÓ 25 AÑOS Y LO CELEBRÓ CON UN EMOTIVO ACTO

Con la presencia del intendente municipal, Ariel Petrocchi, el director general de Educación Secundaria Alberto Lehmann y demás autoridades educativas, de la comunidad y vecinos se realizó el acto protocolar de celebración de los 25 años del IPEM 172 Anexo San Antonio de Yucat en el día de ayer. 

Fue una tarde de emoción y recuerdos, donde la comunidad educativa se reunió para conmemorar un cuarto de siglo de historia. 

Ayer se celebraron los 25 años del Anexo, una institución que nació del profundo deseo de una comunidad rural que soñó con ofrecer a sus jóvenes la posibilidad de continuar sus estudios secundarios cerca de su hogar. Los veinticinco años representan mucho más que un aniversario: son un camino construido con esfuerzo, con identidad propia y con una convicción colectiva que permitió sostener y consolidar el proyecto educativo rural que hoy es motivo de orgullo para toda la región.

A lo largo del acto reconocieron a todas aquellas personas que hicieron posible el proyecto: Adriana Picchio, autora del diseño del CBU Rural; Paula Vaca, primera maestra y actual docente tutora; y quienes condujeron como directores la institución, Profesora Doris Gregorat (2000–2010) y Profesor Fabián Giannone (2010–2024). Además, se agradeció y recordó a todos los docentes que pasaron por la institución y a los que están ahora, que son los verdaderos pilares del servicio educativo rural. “Su tarea trasciende ampliamente la enseñanza: recorren kilómetros, sostienen la modalidad de pluricurso, planifican con creatividad y sensibilidad, adaptan estrategias, acompañan trayectorias diversas y están siempre disponibles para escuchar, orientar y contener. El contexto rural no disminuye su compromiso; lo fortalece. Gracias a ellos, nuestros proyectos institucionales se multiplican y se enriquecen año a año. Cada iniciativa que nace en esta escuela lleva la huella del esfuerzo docente, de su vocación y de su profundo sentido de pertenencia”, indicaron las autoridades. 

Cade destacar que, en 25 años, han pasado 260 jóvenes, quienes llevan consigo el legado de los valores y aprendizajes cultivados en este espacio. La escuela rural no es pequeña: es cercana, humana y profundamente significativa. Aquí cada estudiante es mirado, escuchado y acompañado. Aquí se construyen vínculos que sostienen la vida comunitaria y que perduran más allá del tiempo escolar, afirmaron.

Es importante resaltar que, en representación del Consejo de Administración de la Cooperativa, estuvieron presentes la prosecretaria, Adriana Noemí Bertea y el Síndico Titular, Carlos Alberto Bertotto, quienes entregaron una placa.